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La brecha digital, el mayor obstáculo para la educación online

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  • Existe una realidad invisibilizada, en la que medio mundo está desconectado y no tiene acceso a un ordenador o no tiene conexión a internet en su casa. 
  • La educación online no se desarrolló de forma homogénea, durante los primeros  confinamientos de la actual pandemia se hizo evidente la brecha digital. 

 

¿Conectividad dónde y para quién? 

 

2020, año en el que los avances del futuro en materia de innovación y tecnología se han acelerado hasta tal punto que se han vuelto esenciales. Lo hemos escuchado muchas veces, pero es cierto: la pandemia vivida a nivel global ha actuado como un catalizador de la transformación digital. Lo que era una simple teoría se ha convertido en una necesidad por parte de empresas, organismos públicos, trabajadores, estudiantes y profesores.  

 

Muchos se apresuraron en comparar la pandemia de 2020 con la vivida en 1918, sobre todo para poner el acento en cómo la tecnología y la conectividad ha permitido que el mundo siguiera en marcha. En el ámbito de la educación muchos países afirmaron que sus estudiantes continuaban con el programa previsto, sin poner en riesgo la salud y manteniendo la distancia desde casaSin embargo, está no fue la realidad universal, está supuesta digitalización de la educación no se vivió igual en España que en Somalia, por ejemplo.  

 

Una brecha digital invisibilizada por aquellos que no la sufren 

 

Existe la idea generalizada que las ventajas digitales nos han permitido afrontar la Covid-19 de una forma menos dolorosa en la vertiente social, económica y educativa. Sin embargo, existe una realidad invisibilizada, en el cual medio mundo está desconectado y no tiene acceso a un ordenador o no tiene conexión a internet en su casa 

 

Según la UNESCO, a nivel global, 826 millones de niños sin clase por la pandemia no tuvieron acceso a ordenadores en sus casas. La incidencia de esta brecha digital en la educación es mucho mayor en países en vías de desarrollo, en África Subsahariana un 82% de los alumnos carece de acceso a internet. 

 

En contra de los que se pueda creer, esto también ocurre en las sociedades más digitalizadas que no quedan exentas de estas desigualdades. En España, un país con una buena infraestructura de red, se estima que un 10% de los 8,2 millones de alumnos españoles de enseñanzas generales no puede seguir las clases por Internet; una brecha primordial a combatir y reducir. 

 

¿Cómo se puede combatir la brecha digital en la educación? 

 

Está claro que se trata de un reto social muy complejo, tenemos que apostar por una sociedad digital real con ciudadanos y profesionales con habilidades y capacidades digitales. Si algo ha dejado patente esta crisis son las enormes brechas digitales existentes, la pandemia ha hecho evidente que no hay acceso generalizado de los estudiantes a internet para aplicar la educación a distancia de forma eficiente. 

 

La solución pasa por una colaboración digital entre los diversos grupos de interés, en definitiva, es la respuesta más eficaz para hacer frente a la complejidad de las brechas digitales. La colaboración de diferentes sectores abre la posibilidad de diseñar y aplicar conjuntamente iniciativas relevantes y que parten de un conocimiento profundo del contexto socioeconómico. 

 

Justamente para dar con respuesta a esta pregunta y para atajar el problema, la UNESCO ha creado la Coalición Mundial para la Educación Covid-19, que agrupa a más de 90 asociados de los sectores públicos y privados. Entre los miembros que forman parte de la coalición están la “unión internacional de telecomunicaciones” u otros como la Fundación Varkey, la Organización Internacional del Trabajo o el Equipo Internacional de trabajo sobre docentes para Educación 2030. Además, en España se ha creado la alianza HAZformada por fundaciones y empresas con amplia experiencia en el ámbito educativo, que tiene por objetivo crear soluciones para la nueva educación.