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Las oportunidades del 5G y hacia dónde avanza

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La tecnología 5G se ha posicionado como uno de los factores clave para la innovación en el ámbito de las comunicaciones. Aunque su implantación está a la vuelta de la esquina, la mayoría de la población todavía desconoce exactamente en qué consiste y qué oportunidades brindará una vez que su uso se generalice tanto a nivel social como empresarial. 

Desde MWCapital tratamos de acercar e impulsar esta nueva tecnología a la sociedad y a la comunidad empresarial. El próximo 11 de noviembre daremos una interesante conferencia “Conectados 5G” sobre el impacto que tendrá la tecnología 5G en el futuro del transporte: “España y Europa ante el reto de la movilidad inteligente”.  

Con el objetivo de despejar todas las dudas relacionadas con el 5G, en este artículo explicamos exactamente cómo se define este nuevo avance tecnológico, haciendo hincapié en las anteriores etapas de la red móvil y señalando las novedades que aportará al ámbito de Internet y a la vida diaria. Por último, exploraremos los riesgos sanitarios que puede entrañar haciendo referencia a los últimos estudios científicos por parte de la OMS.

 ¿De qué hablamos cuando hablamos de tecnología 5G?

La tecnología 5G toma su nombre de la nueva fase que inaugura en la tecnología de redes móviles: en efecto, se trata de la “quinta generación” de dispositivos de telecomunicación móvil. La novedad más importante del 5G está relacionada con la velocidad: será posible navegar hasta 10 veces más rápido que en la actualidad, transfiriendo hasta 10 gigabytes por segundo. 

Ello también influirá en una reducción de la latencia, es decir, el tiempo de reacción de la red móvil. Con una latencia de 5 milisegundos, las videollamadas y las retransmisiones serán prácticamente simultáneas al tiempo real. Y no sólo eso: servicios automatizados como los vehículos autónomos podrán reaccionar a tiempo ante cualquier peligro, cambiando la industria de los transportes.

Las anteriores innovaciones, unidas al aumento de la banda ancha, permitirán incrementar la cantidad de dispositivos conectados a una red de forma simultánea. En consecuencia, los aparatos digitales podrán comunicarse entre ellos a tiempo real para compartir información. En la práctica, la combinación de la tecnología 5G con otras innovaciones como la inteligencia artificial nos acercará al denominado “Internet de las cosas”, en el que la mayoría de procesos estarán automatizados y se difuminará la frontera entre el mundo digital y el físico. 

El orígen de la tecnología G y la revolución que supuso

Es más fácil comprender las novedades que aportará la llegada del 5G cuando observamos la tecnología de las generaciones anteriores: el 1G sólo permitía hacer llamadas telefónicas, mientras que la tecnología 2G introdujo los mensajes de texto SMS. A partir del 3G, llegaron los smartphones con conexión a Internet. Por último, la introducción de la banda ancha con el 4G abrió nuevas posibilidades como la reproducción de vídeos en streaming o la realidad virtual.

Con el advenimiento de una nueva generación de redes móviles, es fácil creer que hemos llegado al final del camino o que los avances serán menos significativos. Al contrario, el 5G supondrá un cambio más radical que el cambio del 3G al 4G: el aumento de dispositivos y velocidad de transferencia de datos desencadenará una verdadera revolución digital basada en la conectividad inteligente.

Las posibilidades futuras de esta tecnología: próximas novedades

Como hemos mencionado, el 5G generará un cambio radical en nuestra sociedad, acercándonos a un nuevo paradigma de conectividad inteligente en el que los dispositivos se comuniquen entre ellos y las demandas de la sociedad se satisfagan mucho más rápido. Sin embargo el 5G es solo un paso más en el progreso tecnológico, y es muy probable que las siguientes fases de desarrollo traigan cambios incluso más drásticos.

De hecho, aunque el 5G todavía no está implantado, ya se habla de la tecnología 6G que lo reemplazará. El objetivo de esta nueva generación será disminuir todavía más la latencia e incrementar la velocidad de transferencia de datos. Del mismo modo que el 5G, ello contribuirá a desarrollar diferentes ámbitos como los transportes o la medicina, permitiendo por ejemplo realizar operaciones quirúrgicas a distancia en tiempo real. 

Aunque se calcula que el 6G se implantará en 2030, las primeras pruebas de esta nueva tecnología se llevarán a cabo hacia 2026, por lo que no queda demasiado tiempo hasta que veamos los frutos de la innovación en redes móviles, tanto en nuestra vida cotidiana como en las empresas. 

¿Entraña algún peligro la tecnología 5G?

Es natural que la introducción de un nuevo paradigma tecnológico conlleve ciertas dudas, temores y sospechas. La tecnología 5G no es una excepción, y asociaciones como Ecologistas en Acción han pedido que se realicen controles estrictos sobre las consecuencias que podría tener su introducción en la salud de la ciudadanía y el medio ambiente.

Desde que se empezaron a implantar las redes móviles, la Organización Mundial de la Salud se ha encargado de garantizar la seguridad de las nuevas tecnologías. Ya en 2006 estudió el efecto de las tecnologías inalámbricas. En el estudio, concluían que no había pruebas convincentes de efectos adversos en la salud, teniendo en cuenta el bajo nivel de exposición a campos electromagnéticos.

Por supuesto, las redes móviles han cambiado mucho quince años después, por lo que es necesario seguir realizando investigaciones acerca de los peligros que conlleva la tecnología. En su último estudio, la OMS concluyó que todavía no se había detectado ningún perjuicio potencial a la salud relacionado con las telecomunicaciones. Eso sí, también afirmó que llevaría a cabo una evaluación de riesgo sobre el 5G, cuyos resultados se publicarán en 2022

La única referencia de la OMS a un posible efecto negativo de la tecnología inalámbrica es su clasificación como cancerígeno de nivel 2B. Sin embargo, a diferencia del Grupo 2A, este grupo incluye productos de baja probabilidad carcinógena, entre los que se encuentran alimentos habituales como los pepinillos en vinagre o el café. Para tener una idea más clara del potencial cancerígeno del 5G, productos como el alcohol o las carnes procesadas suponen un riesgo bastante más alto.

En conclusión, parece que no hay nada que temer: la OMS, así como instituciones como el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud, están estudiando los efectos que podría tener el 5G sobre nuestra salud y se busca implantarlo con todas las garantías. De momento, todas las investigaciones apuntan a que no supondrá un peligro sanitario en absoluto, y podremos beneficiarnos de una sociedad hiperconectada sin temer por nuestro bienestar.