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Europa puede ser más autosuficiente en chips con los circuitos lógicos (Parte 1)

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Europa tiene la posibilidad de aumentar su posición competitiva en el mercado mundial de semiconductores gracias a la mayor importancia de los circuitos lógicos en la producción de chips, donde está bien colocada, y al declive relativo de la facturación de memorias y procesadores, controlada por Asia y Estados Unidos, debido al hundimiento del mercado de smartphones y ordenadores. La construcción de una nueva planta de semiconductores de Infineon en Alemania y la posibilidad de que TSMC fabrique chips también en Alemania junto a un consorcio de fabricantes europeos puede permitir mejorar la posición de la Unión Europea en el estratégico mercado mundial de semiconductores.

 

El mercado mundial de semiconductores ha sufrido una contracción drástica en los últimos seis meses, que hace prever la reducción global de su facturación en dólares del 11% este año, según la consultora Gartner. La ralentización de la economía y el aumento de los tipos de interés en el mundo también hacen que sean menos rentables y atractivas las plantas de fabricación de chips situadas fuera de Taiwán, Corea del Sur o China, como desea Estados Unidos, y donde se localizan ahora la gran mayoría de los complejos productivos de semiconductores mundiales.

 

La reducción prevista de la facturación mundial de semiconductores en 2023 es resultado directo de la brutal caída de la venta de ordenadores personales, smartphones y tabletas que ha habido en el último año y medio en todo el mundo. Esto ha provocado un exceso de inventario y la cancelación de pedidos de los productos que más cantidad de chips consumían y con un precio y márgenes de beneficio muy elevados para los fabricantes.

 

El mercado mundial de circuitos integrados, que representa cerca del 85% del total de semiconductores, se divide en cuatro grandes partes, que por orden de importancia son los circuitos lógicos, las memorias de semiconductor, los circuitos analógicos y los procesadores. El declive de las ventas de teléfonos inteligentes y ordenadores ha hecho que el peso de las memorias y de los procesadores en el negocio mundial de semiconductores, controlado casi en su totalidad por los fabricantes de chips taiwaneses, coreanos y estadounidenses (TSMC, Samsung, Intel y SK Hynix) tenga menos importancia que los circuitos lógicos y los analógicos, donde los fabricantes europeos y chinos tienen mayor control y aumentará con la explosión del mercado de coches eléctricos.

 

En Europa se fabrican muchos chips destinados al control industrial, telecomunicaciones y automoción, por parte de empresas como Infineon, NXP, ST Microelectronics y Bosch, poco conocidas por el gran público porque sus productos no se venden sueltos sino integrados en equipos electrónicos. Europa cuenta además con el fabricante de equipos de fabricación de chips más importante del mundo, la holandesa ASML, que suministra sus productos más innovadores, los de litografía ultravioleta extrema, casi en exclusiva a TSMC, Samsung e Intel, porque se le ha prohibido vender estos equipos a China.

 

El pasado tres de mayo se colocó la primera piedra de una nueva fábrica de semiconductores que Infineon construirá en Alemania, en los alrededores de Dresde, con una inversión estimada de 5.000 millones de dólares y unas subvenciones relativamente modestas, del 20%. Al inicio de las obras asistieron el canciller alemán Olaf Scholz y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para dar mayor notoriedad al acto, emulando lo que hizo Joe Biden, presidente de Estados Unidos, en sendos actos del inicio de las obras de fábricas de chips de Intel y TSMC en Ohio a finales del año pasado. Infineon prevé completar el complejo en 2026.

 

Más ambiciosos, sin embargo, parecen los planes para que TSMC desembarque finalmente en Europa, también en Alemania. Se trataría de una planta de chips conjunta entre las europeas NXP Semiconductor, Robert Bosch y nuevamente Infineon, todos ellos especializados en fabricar chips para automoción y equipos industriales, y la taiwanesa TSMC. La inversión conjunta que se baraja es de 10.000 millones de euros y contaría con unas subvenciones de hasta 7.000 millones. La decisión podría anunciarse el próximo agosto, según la agencia Bloomberg.

 

TSMC es el mayor fabricante de chips por encargo del mundo, y suministra los procesadores más sofisticados a las compañías estadounidenses como Apple, Qualcomm, NVidia, AMD o Broadcom y a la taiwanesa MediaTek, especializada como Qualcomm en procesadores para smartphones. Estaba previsto que Intel construyera un inmenso complejo de producción de procesadores en Alemania, y de hecho las obras ya han empezado, como se anunció a finales del año pasado a bombo y platillo.

 

Sin embargo, parece que las negociaciones se han encallado, porque Intel pide mayores subvenciones de Alemania y la Unión Europea, que ya eran muy elevadas aunque nunca se comunicaron oficialmente. Alemania, según se ha publicado, estaría dispuesta a subvencionar más el complejo, siempre que Intel se comprometa a aumentar mucho más la inversión prevista.

 

De fructificar este acuerdo con TSMC y los otros que se están negociando, la Unión Europea podría ser más autosuficiente en la fabricación de semiconductores en la segunda mitad de esta década, siempre que no empeore aún más la relación tecnológica entre Estados Unidos y China o, como mínimo, que la Unión Europea se aclare y llegue a una solución de compromiso comercial con China y que beneficie a ambas partes.

 

Continua leyendo en el siguiente enlace –  Vuelco del mercado de chips en seis meses