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¿Existen profesionales para las profesiones del futuro?

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Tomàs Font – Director general de Wolters Kluwer Tax & Accounting en España

 

Ya hace años que el concepto de formación permanente está firmemente establecido, porque el ritmo de cambio tecnológico y de los conocimientos en general es trepidante y continuará siéndolo. Por eso, Tomàs Font (Barcelona, 1973) considera que los centros educativos deben esforzarse por enseñar a pensar y a conectar distintos conceptos, que es lo que distinguirá a los profesionales más capacitados del futuro. De igual modo, los alumnos deben disfrutar con el aprendizaje y aprovechar lo máximo posible lo que les enseñan los centros de formación. Es un error ir sólo a sacar un título y olvidarse de la época de estudiante, añade.

 

Tomàs Font, director general de la multinacional Wolters Kluwer Tax & Accounting en España, líder mundial en servicios y soluciones de software e información para los profesionales de los sectores fiscal, contable, laboral y de gestión, considera que es imposible prever las necesidades de formación a diez o más años vista, incluso a más corto plazo, porque la realidad social y empresarial va cambiando paulatinamente y aumentan las demandas de ciertas profesiones en detrimento de otras. De todas formas, el impacto que está teniendo la tecnología es muy fuerte en todas las empresas, por lo que se puede decir, en cierta medida, que todas las compañías acabarán siendo tecnológicas y sus profesionales deberán tener cierto conocimiento de la tecnología, por lo menos a nivel de usuario.

 

De cara a los próximos años, el efecto que tendrá la robotización y la automatización en muchos procesos empresariales será muy claro. El tratamiento de los datos y su análisis para extraer información y valor serán igualmente claves. Del mismo modo, si se acepta la premisa de que todas las compañías serán en cierta medida tecnológicas, con una digitalización en aumento, está claro que en los próximos años habrá escasez de profesionales dedicados al tratamiento de la información.

 

En estos momentos, hay un déficit evidente de profesionales de la información entre lo que el mercado demanda y lo que se es capaz de cubrir, lo que se acaba traduciendo en un aumento de los salarios y en una lucha por captar a los profesionales con mayor talento. En realidad, el talento siempre ha sido un bien escaso pero, en estos momentos, el talento digital lo es mucho más, opina Tomàs Font.

 

La experiencia, la habilidad y los conocimientos siempre han sido fundamentales en cualquier puesto de trabajo. En la economía digital y en el mundo tan convulso actual, es igualmente importante tener las ideas claras y saber conectar conceptos, porque las cosas no son tan previsibles como lo podían ser hace unas pocas décadas o años atrás. A corto plazo, la situación de mayor incertidumbre y de imprevisibilidad será aún mayor, por lo que cabe pensar que la escasez de profesionales bien preparados crecerá, considera Tomàs Font.

 

Se habla mucho de si es más importante tener una formación genérica o, por el contrario, más especializada. Evidentemente, lo ideal es tener muchos y buenos conocimientos: se trata de contar con una base tecnológica amplia para pensar con lucidez y, a la vez, disponer de conocimientos específicos en lo que se trabaja. No se puede renunciar a tener conocimientos genéricos y específicos a la vez. De entrada, es más fácil empezar por la especialización, pero tiene un horizonte más estrecho. Es preferible entrar en el mundo laboral en un campo específico, aunque sin renunciar a una visión más holística, que permita unir y conectar a corto plazo conceptos, opina el directivo.

 

La formación permanente, y especialmente en materia de tecnología, es hoy en día imprescindible. La gracia de la tecnología es que permite asociar y combinar distintos elementos que, a su vez, crean nuevos espacios, considera Font. Es importante acercar más la realidad del mercado laboral con el entorno más puramente académico. En este sentido, piensa, debe existir mayor colaboración entre las universidades y centros de formación con las empresas. “Crear puentes que conecten ambos espacios”, destaca.

 

Para Tomàs Font, lo importante es que las facultades y centros de enseñanza sean lugares donde se enseñe a pensar. “Vamos hacia un mundo con cambios tan potentes, trepidantes y profundos que necesitamos mentes abiertas, que sepan conectar la realidad circundante”. A su vez, opina, los alumnos no pueden ir a un centro de enseñanza con la idea de sacar un título y olvidarse cuando se haya acabado la etapa de estudiante. Estudiar no es un trámite, se debe disfrutar del aprendizaje, insiste. Y los centros deben velar, a su vez, para que los estudiantes aprecien realmente la profesión que han elegido.

 

Respecto al mayor aprovechamiento del talento femenino, Font considera que es un reto pendiente, aunque se está corrigiendo el desajuste secular. No es una corrección drástica, añade, y se debería hacer más rápidamente, pero se está haciendo. Y destaca que en su empresa los cargos directivos de máxima responsabilidad a quien él mismo reporta están ocupados por mujeres, como es el caso de la directora de Europa y la CEO global.