Cómo puede ganar el sur de Europa en la era de la IA

Tim Smith, Redactor de noticias en Sifted

No es ningún secreto que el último año, en el ámbito tecnológico, ha estado dominado por un único tema: la inteligencia artificial (IA). Desde el lanzamiento de ChatGPT el 30 de noviembre de 2022, el mundo de la inversión se ha vuelto loco por la IA generativa, el tipo de modelos que impulsan el famoso chatbot de OpenAI, y los generadores automáticos de imágenes como Midjourney.

Pero hay una verdad incómoda para algunos emprendedores tecnológicos que observan cómo se desarrolla esta historia tecnológica única en una generación. La gran mayoría de las grandes empresas que están sacando provecho de la IA generativa tienen su sede en Estados Unidos, mientras que los mayores éxitos europeos proceden de centros consolidados como el Reino Unido, Francia y Alemania.

Entonces, ¿cómo deben evaluar los fundadores e inversores de países del sur de Europa como España dónde se encuentran las oportunidades en esta nueva era de la IA, y cómo deben elegir sus batallas y hacer sus apuestas para garantizar que sus emergentes economías tecnológicas no se queden atrás?

No te dejes llevar demasiado por el bombo de GenAI

Es fácil entender por qué los inversores se han entusiasmado tanto con el potencial de la IA generativa. Hay una cualidad mágica en la tecnología que puede crear arte visual mejor que muchos creadores humanos, o escribir complicados correos electrónicos y ensayos universitarios con solo pulsar un botón.

Y el hecho de que personas sin conocimientos técnicos puedan interactuar ahora con potentes sistemas de IA sin tener que aprender ni una línea de código ha hecho que toda una nueva clase de emprendedores crea que puede crear una «startup de IA». Pero si el sur de Europa quiere triunfar en esta nueva era de la IA, los inversores y fundadores deben recordar que hay muchas empresas prometedoras y grandes talentos trabajando en otros campos de la IA más consolidados en la región.

Algunos ejemplos son Idoven, una empresa con sede en Madrid que utiliza la IA para detectar anomalías e irregularidades en los datos de los latidos del corazón de dispositivos portátiles, como los relojes inteligentes, con el fin de diagnosticar precozmente enfermedades cardiovasculares y salvar vidas. La empresa ya cuenta con grandes socios, como la farmacéutica AstraZeneca, e inversores de renombre, como las leyendas del baloncesto y el fútbol Pau Gasol e Iker Casillas.

Otro ejemplo que funciona en el sector sanitario es QUIBIM, con sede en Valencia, que utiliza la IA para detectar patrones y anomalías en imágenes médicas, como los escáneres radiológicos, para identificar con mayor precisión los cánceres. Se utiliza en más de 125 centros sanitarios de todo el mundo y, al igual que Idoven, es un ejemplo de aplicación de técnicas de IA más tradicionales para resolver problemas tangibles por los que la gente está dispuesta a pagar.

Los inversores y fundadores del sur de Europa harían bien en recordar a la hora de decidir dónde dirigir sus energías y su dinero, que hay talento en IA más allá de los mundos de los modelos lingüísticos y los generadores de imágenes.

Crea grandes productos

Esto no quiere decir que la comunidad tecnológica del sur de Europa deba dar totalmente la espalda a la IA generativa. No hay duda de que la tecnología se abrirá camino en todo tipo de aplicaciones y productos en los próximos años.

Pero hay que tener en cuenta que las mejores empresas de IA se crearán con una mentalidad de «primero el producto», más que con una mentalidad de «primero la técnica». Uno de los ejemplos más claros, que siempre pongo, de una gran empresa europea que utiliza la IA generativa para crear un producto realmente útil es una startup parisina llamada Nabla, que utiliza la tecnología GPT-4 de OpenAI para agilizar la administración de pacientes por parte de los médicos.

Aunque no es una empresa del sur de Europa, creo que sirve como un gran ejemplo de cómo se puede construir un producto útil con GenAI sin necesidad de construir tu propio sistema de IA desde cero. Y una cosa que los fundadores del sur de Europa saben hacer es construir grandes productos.

Por ejemplo, Wallapop: la empresa española ha sido capaz de ganar más cuota de mercado nacional que el gigante estadounidense EBay. Glovo, por su parte, es líder de mercado en entregas a domicilio en más de 20 países. Historias como estas demuestran que es posible crear empresas de impacto internacional desde el sur de Europa resolviendo problemas en mercados menos atendidos.

El potencial de la IA generativa para alterar los flujos de trabajo burocráticos y crear valor a través del ahorro de eficiencia (como demuestra Nabla) será aún mayor en países como España, donde muchos procesos del sector público y privado están preparados para la digitalización. Con una creciente generación de talento, procedente de las cada vez más numerosas scaleups tecnológicas de la región, espero ver una explosión de nuevas empresas que utilicen IA en el sur de Europa, fundadas por emprendedores con una gran experiencia en la creación y ampliación de productos de primera línea.

Lenguaje

Otro factor importante a tener en cuenta en un mundo que está siendo trastornado por la IA generativa es el poder del lenguaje. Un experto en IA que creó la tecnología de Amazon Alexa, me lo describió recientemente diciendo que «el lenguaje es el sustrato de la inteligencia», describiendo cómo los grandes modelos lingüísticos (LLM) -la tecnología que impulsa ChatGPT- pueden parecer tan inteligentes solo por su comprensión del lenguaje.

Y hay un ámbito de la inteligencia artificial en el que las empresas estadounidenses siguen muy dormidas: la creación de potentes sistemas de inteligencia artificial que funcionen bien en otros idiomas además del inglés.

Los investigadores han demostrado que ChatGPT tiene dificultades a la hora de traducir a otros idiomas, lo que ha llevado a varios actores, como la empresa francesa Mistral y el Gobierno español, a empezar a formar a los LLM en otras lenguas.

Esto es importante porque las aplicaciones LLM creadas para casos de uso distintos del inglés, tendrán que complementarse con datos propios de alta calidad escritos en otros idiomas. Las empresas del sur de Europa que ya operan en sus mercados locales con grandes redes, tendrán un acceso mucho más fácil a esos datos que sus rivales extranjeros.

Emprendedores españoles y portugueses, a través de casos de éxito como la plataforma de financiación abierta Belvo, ya han demostrado que los lazos lingüísticos y culturales con Latinoamérica pueden traducirse en grandes éxitos para las empresas de la península Ibérica. Con una nueva y potente tecnología en la que el idioma es más importante que nunca, este tipo de ventajas no harán más que aumentar.

Así pues, a medida que nos adentramos en una nueva economía tecnológica que, según muchos, supondrá un cambio tan grande en nuestra forma de hacer negocios como el Internet, el sur de Europa cuenta con los ingredientes adecuados para transformar sus propias economías con la IA. Los fundadores de estas regiones menos financiadas son conocidos por ser capaces de hacer más con menos, y todo ese ingenio será útil ahora más que nunca.