Ana Muñoz, redactora jefe de Tecnología en Business Insider España y Computer Hoy
En los últimos años, España ha emergido como un hub tecnológico clave en Europa, atrayendo a startups y grandes corporaciones que quieren aprovechar el talento digital del país. Con una población que cuenta con una formación superior a la media europea, los españoles son fundamentales para las posiciones más técnicas que requiere el mercado.
Concretamente, según el estudio Empleabilidad y Talento Digital elaborado por la Fundación VASS y la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid, España ha alcanzado 940.000 posiciones técnicas en el sector TIC, con un crecimiento del 76% en los últimos diez años, a pesar de la ralentización en la creación de empleo técnico debido a factores como la incertidumbre geopolítica y los altos tipos de interés.
Sin embargo, no son todo buenas noticias, especialmente para las empresas. En este mismo informe se detalla que la demanda de especialistas tecnológicos sigue siendo más alta que la oferta y, por ello, se enfrenta a unas pérdidas de 1.350 millones de euros anuales debido a las más de 6.000 vacantes que se quedan sin cubrir. También se desprende que las compañías podrían crecer un 15% adicional si se encontraran los perfiles adecuados para cubrir estas vacantes.
Asimismo, la creación de empleo en esta industria ha disminuido en los últimos dos años, pasando de un crecimiento del 6,8% en 2022 a un 4,2% en 2024. Por su parte, los ocupados han pasado de 425.000 en 2014 a casi 700.000 en 2024.
En comparación con otros países de nuestro entorno, España demuestra ser clave en Europa en lo que se refiere a la implementación de empleo digital, ya que ha incorporado a 193.000 especialistas TIC a sus filas en los últimos tres años, frente a las cifras que aportan Alemania (173.000), Italia (153.000) o Francia (130.000).
Hay que aprovechar la oportunidad y tener en cuenta el factor tiempo
Si hay algo que tanto las empresas como la sociedad necesitan es personal cualificado, pero la tecnología avanza tan deprisa que muchas veces es difícil prever qué es lo que se requerirá dentro de unos años.
Tal y como desprende el informe de DigitalES Empleos y sectores emergentes, habrá cuatro sectores que verán cómo la demanda de personal cualificado aumentará exponencialmente: la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, la ciberseguridad, la ciencia de datos y los expertos en computación en la nube.
Formar a especialistas en estas materias tan demandadas es una tarea difícil por dos motivos: primero porque faltan vocaciones STEM; segundo, porque no tenemos una oferta formativa clara en España que aproveche la creación de empleos emergentes.
También hay que tener en cuenta que en el sector de la tecnología el factor tiempo es clave, la ventana de oportunidad es reducida y la formación se debe de realizar en un periodo y momento determinado.
Por eso, si se analiza la Formación Profesional para el empleo (bonificada) dotada con 1.000 millones de euros para formación o la subvencionada (ofertada por la Administración Pública), no se entiende cómo es posible que para encontrar un ciclo formativo TIC haya que llegar al onceavo lugar de la lista y sea un curso de Excel en el primer caso, o que solo haya dos formaciones en el ranking por número de participantes relacionadas con este sector en el segundo caso de las 1.897 materias que se están impartiendo actualmente. Por si fuera poco, muchas empresas luchan por encontrar candidatos que no solo tengan conocimientos técnicos, sino también las conocidas como soft skills (habilidades blandas) como la comunicación y el trabajo en equipo, por poner un par de ejemplos. Y eso no es tan fácil como parece.
A esto, hay que añadir que la Agenda Digital 2025 se compromete a formar a 20.000 nuevos especialistas en IA, ciberseguridad y análisis de datos. Pero la pregunta es, ¿cuál es la estimación actual de especialistas formados en estas áreas? La cantidad de bootcamps, instituciones y universidades hace especialmente difícil conocer la cifra real que se ha alcanzado hasta el momento y cuánto queda para llegar a esa cantidad. Además de este seguimiento, es necesaria la formación de profesores y la actualización constante de sus conocimientos y habilidades, ya que son fundamentales para la transmisión del conocimiento.
Por lo tanto, la clave, sin duda, está en continuar mejorando el sistema educativo, priorizando la resolución de problemas que existen en su calidad y facilitando la conexión entre el mundo empresarial, el de la formación y el público.
España se enfrenta a un gran desafío en la próxima década si quiere seguir compitiendo en Europa. La colaboración entre los espacios públicos y privados con incentivos será esencial, ya que la brecha actual entre la oferta y la demanda de habilidades digitales sigue siendo un tema de preocupación, a pesar de tener grandes talentos entre nuestras filas.
El talento digital está en constante evolución y presenta un gran potencial. Con el enfoque adecuado y la colaboración entre los distintos sectores, España se puede consolidar como líder tecnológico. Solo hace falta un poco de cooperación.
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