El precio de los datos ¿cuánto valen nuestros datos?

¿Deberíamos recibir una compensación económica por los datos que, a día de hoy, ofrecemos gratuitamente a través de la red? Una pregunta que a priori podría parecer sencilla de responder, esconde una gran cantidad de matices e implicaciones que se deberían tener en cuenta. Por ejemplo, si aceptamos que nuestra información tiene un precio y aceptamos venderla, ¿qué precio debería tener? ¿Sería una cantidad fija independientemente de la persona que ofreciera sus datos? ¿O los datos de mi vecino podrían costar distinto que los míos? ¿Qué ocurriría si alguien no está dispuesto a vender sus datos? ¿Quedaría simplemente exento de la compensación? ¿No crearíamos así una situación de desigualdad, empujando a aquellos con peor situación económica a vender sus datos y su privacidad? ¿Se convertirían nuestros datos en un bien de lujo?